Te explicamos qué son los modos verbales, en qué se diferencian entre sí y cómo se conjuga cada uno en los diferentes tiempos verbales.
¿Qué son los modos verbales?
El modo verbal o modo gramatical es uno de los llamados “accidentes” del verbo, esto es, una de las formas en las que puede presentarse el verbo en la oración, y que le permite al hablante expresar el grado de realidad de lo dicho. El modo expresa la intención del hablante, y en las lenguas derivadas del latín, como el español, se suele expresar mediante una conjugación específica del verbo.
No se deben confundir los modos verbales con otros aspectos del verbo, como el tiempo verbal o la persona verbal. Mientras los tiempos verbales le permiten al verbo expresar cuándo ocurre (presente), ocurrió (pasado) u ocurrirá (futuro) la acción expresada en la oración, el modo verbal le permite también expresar si dicha acción ocurre en la realidad, o si se trata de un deseo, de una instrucción, o de una orden que se le está dando al interlocutor.
Así, en términos muy amplios, los modos verbales se pueden clasificar en dos conjuntos:
- Modos reales (modus realis), que expresan o tienen que ver con la realidad y sus situaciones.
- Modos irreales (modus irrealis), que expresan o tienen que ver con la irrealidad, la posibilidad abstracta o el deseo.
En la lengua española se distinguen generalmente tres modos verbales: indicativo, imperativo y subjuntivo, aunque en ocasiones también se menciona un modo condicional. En otros idiomas, en cambio, los modos verbales pueden ser más o menos numerosos.
Ver además: Gramática
Modo indicativo
El modo indicativo pertenece a los modus realis y es el principal y más usado de todos los modos verbales de la lengua española. Se utiliza en casi todos los contextos y situaciones reales, ya que permite al hablante indicarle al interlocutor algún evento, aspecto o sentido de la realidad que los circunda, ya sea tangible o intangible. Cuando alguien dice “yo soy”, “hace calor” o “ayer se escapó mi perro”, está hablando en modo indicativo.
En este sentido, es el modo gramatical que abarca la mayor cantidad de tiempos verbales, lo cual refleja la compleja mirada sobre la realidad que caracteriza al idioma, que permite matices y precisiones importantes. Los tiempos verbales del modo indicativo abarcan el presente, el pasado, el futuro y el condicional, aunque este último a menudo es considerado también un modo verbal aparte.
Tiempo presente. Es el que permite al hablante referir acciones que acontecen o suelen acontecer con regularidad. En esta categoría se encuentran:
- Presente puntual, que se refiere a cosas que ocurren mientras el emisor habla. Por ejemplo: “aquí estoy” o “llueve”.
- Presente histórico, que se refiere a cosas ya ocurridas, pero abordadas desde un punto de vista histórico, como si el hablante buscara revivirlas. Por ejemplo: “el Imperio Romano cae en el siglo V” o “la Segunda Guerra Mundial termina en 1945”.
- Presente pro futuro, que se refiere a cosas que están por ocurrir, pero de cuya certeza no se tienen dudas. Por ejemplo: “en febrero llega mi padre de Italia” o “mi esposa da a luz el mes que viene”.
- Presente ingresivo, que se refiere a cosas que están por ocurrir prontamente. Por ejemplo: “en breve salgo de casa” o “ya me pongo a trabajar”.
- Presente imperativo, que sirve para darle instrucciones al interlocutor, tal y como el modo imperativo, pero siempre con el ánimo de que se realicen de inmediato. Por ejemplo: “te vas de mi casa en este instante” o “me dices ya mismo lo que hiciste ayer”.
- Presente actual, que se refiere a situaciones o eventos vigentes aunque hayan iniciado en el pasado. Por ejemplo: “vengo del supermercado” o “vivo en Buenos Aires”.
- Presente habitual, que se refiere a situaciones que suelen ocurrir normalmente. Por ejemplo: “me despierto siempre a las siete” o “los sábados juego al tenis en el club”.
- Presente persistente, que se refiere a asuntos intemporales, eternos, siempre vigentes. Por ejemplo: “la democracia es el mejor sistema posible” o “nada se equipara con la comida mexicana”.
Tiempo pasado. Se refiere a los eventos ya acontecidos, y emplea para esto diferentes tiempos verbales, dependiendo de cuándo ocurrió la acción del verbo. Estos tiempos verbales son:
- Pretérito imperfecto, que describe acciones ocurridas en el pasado, sin importar si ya finalizaron o no, ni cuándo comenzaron a ocurrir. Por ejemplo: “Manuel frecuentaba el bar de la esquina” o “mi madre volvía de su trabajo”.
- Pretérito indefinido, también llamado perfecto simple, que describe acciones concretas ocurridas y finalizadas en el pasado. Por ejemplo: “me caí de la bicicleta” o “el gato entró por la ventana”.
- Pretérito perfecto compuesto, que describe acciones ocurridas en el pasado pero que de alguna manera alcanzan el presente. Por ejemplo: “hoy he llegado tarde al trabajo” o “ya hemos pedido una pizza”.
- Pretérito pluscuamperfecto, que describe acciones ocurridas antes de otra acción pasada. Por ejemplo: “cuando me llamaste, ya había salido de casa” o “cuando llegó la policía, ya se habían robado las joyas”.
- Pretérito anterior, que describe una acción inmediatamente anterior a otra pasada. Por ejemplo: “tan pronto hubo amanecido, zarpamos hacia Tenerife” o “apenas hubo presionado el botón, comenzó a arrepentirse”.
Más en: Pretérito
Tiempo futuro. Se refiere a eventos que aún no han ocurrido, pero que el hablante considera como reales. En este sentido tenemos:
- Futuro simple o imperfecto, que expresa acciones que se realizarán en un futuro próximo. Por ejemplo: “mañana iré a la escuela” o “el martes tendremos un invitado especial”. También puede usarse como una fórmula de cortesía (“usted me dirá”), o como exhortación (“no desearás a la mujer de tu prójimo”).
- Futuro perfecto, que expresa una acción futura que habrá concluido antes de que ocurra otra acción futura. Por ejemplo: “cuando llegues a casa lo habré limpiado todo” o “supongo que ya habrás llegado a tu destino”.
Tiempo condicional. Le permite al hablante exponer realidades concretas que tendrán lugar en el futuro, siempre y cuando se cumpla primero una condición (de allí su nombre). Para esto se utilizan los siguientes tiempos verbales:
- Condicional simple, que expresa una acción futura dependiendo de una condición presente o futura. Se utiliza también como fórmula de cortesía. Por ejemplo: “te acompañaría al doctor, pero está lloviendo” o “tendrías mejores notas si estudiaras un poco más”.
- Condicional compuesto, que expresa una acción futura posible respecto de otra anterior, pero ambas en el pasado del hablante. Por ejemplo: “me dijeron que cuando acabara la semana, ya habría llegado el paquete” o “en aquella época mi abuelo ya habría nacido”.
Más en: Modo indicativo
Ejemplos de oraciones en modo indicativo
Las siguientes oraciones son ejemplos de uso del modo indicativo:
- Hoy está haciendo mucho calor.
- Mi nombre es Juana.
- Ayer llegó un paquete del correo.
- ¿Pagaste ya la cuenta?
- De haberlo sabido, habría sacado dinero del banco.
- En aquella época, la gente vivía más tranquila.
- El martes que viene estaremos en Cancún.
- Dicen que el gobierno subirá los impuestos.
- Me habían sugerido todo lo contrario.
- No me he sentido muy bien últimamente.
- Mis antiguos vecinos ponían música todo el tiempo.
- Podría llamar a la policía ahora mismo.
- Creo que tengo fiebre.
Modo imperativo
El modo imperativo pertenece a los modus irrealis, ya que no expresa la realidad sino un deseo del hablante, que se manifiesta a través de una exhortación, ruego o mandato para su interlocutor. Dicho de otra forma, es el modo verbal que se utiliza para dar instrucciones o pedirle cosas a los demás, de modo que siempre o casi siempre se utiliza en un tiempo presente.
A diferencia de los demás modos verbales del español, el imperativo es un modo defectivo: no presenta tiempos verbales y solo presenta formas para la segunda persona del plural (ustedes) y del singular (tú). Por lo demás, existen dos formas de imperativo en español:
- Imperativos afirmativos, que le solicitan al interlocutor alguna acción determinada. Por ejemplo: “párate”, “ven conmigo” o “dime lo que piensas”.
- Imperativos negativos, que le solicitan al interlocutor que deje de hacer algo. Por ejemplo: “no te levantes”, “no me sigas más” o “nunca me digas lo que piensas”.
El imperativo puede cambiar dependiendo de las variantes dialectales del español, dando origen a formas como: “callaos”, “decidme lo que pensáis”, “seguí cantando”, entre otras.
Más en: Verbos en imperativo
Ejemplos de oraciones en modo imperativo
Las siguientes oraciones son ejemplos de uso del modo imperativo:
- Ya no me fastidies más.
- Venga por aquí, licenciado.
- ¡Canten más fuerte!
- Pásame la sal, por favor.
- ¡Dejen de pelearse, niños!
- No me vengas con esas.
- Cómprelo ya, no se pierda esta oferta limitada.
- No me vuelvas a llevar a ese sitio.
- Párate del suelo, Juan.
- Ven y bríndame una cerveza.
- Déjame imaginar que no existe el pasado.
- Bésame como si fuera la última vez.
Modo subjuntivo
El modo subjuntivo es el modus irrealis por excelencia del español, pues sirve para expresar una acción hipotética, probable, deseada, temida o incierta. Por ese motivo se considera el modo opuesto del indicativo, y en la mayoría de las lenguas romances proviene del modo optativo del latín.
Se trata de un modo subjetivo, que dice más sobre la interioridad del sujeto hablante, que sobre la realidad que lo rodea, y al igual que el indicativo, consta en español de diferentes tiempos verbales, los cuales pueden clasificarse en presente, pasado y futuro.
Tiempo presente, que se utiliza para expresar una opinión, un deseo o una exigencia, pero siempre referido a algún aspecto de la actualidad. Por ejemplo: “Me gustaría que dejes de fumar” o “ojalá que salga pronto el sol”.
Tiempo pasado, que se utiliza para expresar una opinión, alternativa o deseo (irrealizado) respecto de alguna acción o situación pasada. En ese sentido, consta de los siguientes tiempos verbales:
- Pretérito imperfecto o copretérito, que sirve para referirse subjetivamente a un evento hipotético o posible del pasado, generalmente en oraciones subordinadas cuya subordinante está expresada en modo indicativo y en pretérito imperfecto, pluscuamperfecto, o condicional. Por ejemplo: “tuve miedo de que te perdieras en la calle” o “a todos nos sorprendió que reaccionaras de esa manera”.
- Pretérito perfecto, que sirve para referirse subjetivamente a eventos ocurridos en un pasado más o menos próximo al presente del hablante. Por ejemplo: “me alegra que hayas encontrado a tu perro” o “me duele que me hayan insultado de esa manera”.
- Pretérito pluscuamperfecto, que sirve para referirse subjetivamente respecto de una acción ya ocurrida y anterior a otra también pasada, usualmente en casos de arrepentimiento o pensamiento hipotético. Por ejemplo: “si hubiéramos estudiado, nuestras notas habrían sido mucho mejores” o “hubiera preferido no venir a esta fiesta”.
Tiempo futuro, muy poco utilizado en el español actual, se usa para expresar incertidumbre, deseos o aspiraciones futuras, en dos tiempos verbales distintos:
- Futuro imperfecto, que se utiliza para referirse de manera hipotética o posible a una acción futura. Es un tiempo verbal típico de textos legales o del español arcaico. Por ejemplo: “quien cometiere delito será aprehendido” o “si vos me amares, qué dichoso sería”.
- Futuro perfecto, que se emplea para referirse a una acción futura posible, finita en su momento y que condiciona o es condicionada por otra acción futura también. Por ejemplo: “quien hubiere obrado como se debe, será tenido en cuenta por la autoridad” o “quien hubiere tenido razón, recibirá el justo reconocimiento”.
Más en: Modo subjuntivo
Ejemplos de oraciones en modo subjuntivo
Las siguientes oraciones son ejemplos de uso del modo subjuntivo:
- Te pido que dejes de referirte a mí de esa manera.
- Cómo quisiera vivir en Italia.
- Si lo hubiéramos pensado bien en su momento, nada de esto habría pasado.
- ¡No puedo creer que hayas planificado todo esto tú solo!
- Espero que consigas todo lo que te has propuesto.
- Ojalá que deje de llover.
- Me lo hubieras dicho antes de venir.
- No creo que cavando en tu jardín consigas petróleo.
- La madre hubiera preferido que el bebé fuera varón.
- Tuve miedo de que nos perdiéramos en la selva.
- Nos gustaría que vinieras a la reunión.
Tiempos verbales
Los tiempos verbales, a diferencia de los modos verbales, son aspectos de la conjugación del verbo que determinan temporalmente la acción, o sea, que indican cuándo ocurrió y/o establecen una relación cronológica respecto del hablante.
En español, cada modo verbal abarca una serie de tiempos verbales específicos, y cada tiempo verbal requiere de una construcción verbal específica. Esto abarca, a grandes rasgos, cuatro categorías de tiempos verbales:
- El presente (cuando habla el emisor)
- El pasado (antes de que el emisor hable)
- El futuro (después de que hable el emisor)
- El condicional (después de que hable el emisor, pero solo si ciertas condiciones se cumplen)
Más en: Tiempos verbales
Referencias
- “Modo gramatical” en Wikipedia.
- “Modos y tiempos verbales en español” en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
- “El verbo” en la Junta de Andalucía (España).