Iglesia católica

Te explicamos qué es la Iglesia católica, cuáles son sus características y su estructura interna. Además, te contamos quién la fundó y su historia.

¿Qué es la Iglesia católica?

La Iglesia católica es la más antigua y de más numerosa congregación de las iglesias del cristianismo. Se trata de una institución religiosa de más de 2.000 años de antigüedad, considerada por sus fieles como la heredera directa de la primera iglesia cristiana de la era romana, y a la que pertenecen todas aquellas personas que hayan sido bautizadas de acuerdo al rito cristiano, ya sea que practiquen o no la religión, siempre y cuando no hayan realizado un acto formal de apostasía o renuncia de la fe.

Los seguidores de la Iglesia católica se conocen como católicos, un nombre que data de los inicios de la religión cristiana, cuando en el siglo II se empleó el término griego katholikós (traducible como “universal”) para distinguir a la iglesia “verdadera”, considerada como heredera legítima de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, de las demás variantes cristianas surgidas en la Antigüedad romana (como los ebionitas, marcionitas, valentinianos, apolinaristas, entre otros).

Por su parte, el término “iglesia” proviene del griego ekklesia, que significa “asamblea”, un término utilizado con frecuencia en el Antiguo Testamento. La primera iglesia cristiana se fundó bajo el supuesto de ser heredera de la asamblea del Sinaí, que según los antiguos relatos hebreos fue donde el pueblo de Israel se consagró ante Dios.

La autoridad central de la Iglesia católica es el papa, que gobierna la fe católica desde la sede central de la Ciudad del Vaticano, en Roma. Este supremo sacerdote es considerado el sucesor del apóstol Pedro, a quien se atribuye la fundación y organización de la Iglesia cristiana. Por eso, en los países de tradición mayormente católica, se conoce a la Iglesia con diferentes términos alegóricos, como “Barca de Pedro”, “Esposa de Cristo”, “Sacramento de Cristo”, “Edificación de Dios”, o “Nave de salvación”, entre otros.

Ver también: Biblia

¿Quién fundó la Iglesia católica?

De acuerdo a la tradición católica, el fundador de la Iglesia fue el apóstol Simón Pedro, el primero de los apóstoles de Jesús de Nazaret. Tras la muerte del Mesías y la destrucción del Templo de Jerusalén por los romanos en el año 70, el culto cristiano se fue separando de sus orígenes judaicos y se fundaron los primeros centros de cristiandad.

Entonces, según se relata en el libro bíblico Hechos de los apóstoles (del Nuevo Testamento), los principales seguidores de Jesucristo fundaron una iglesia organizada, compuesta por distintas congregaciones a la cabeza de las cuales se hallaba un obispo. Debido a que Roma era la capital del Imperio romano, el obispo de Roma ocupaba un lugar especial en la iglesia temprana, y esa figura acabó convirtiéndose en el papa.

Sin embargo, la Iglesia católica como tal no surgió sino hasta el siglo II, y adquirió su forma de manera paulatina con los sucesivos Concilios de Nicea I (325), Éfeso I (431) y Calcedonia (451), en los que se prohibieron las otras formas de cristianismo. Este paso hacia la oficialidad fue posible a partir de la conversión del Imperio romano al cristianismo en el 313 con el Edicto de Milán.

Características de la Iglesia católica

En términos generales, la Iglesia católica se caracteriza por lo siguiente:

• Es la más antigua y mayoritaria de las iglesias del cristianismo, distinta de las iglesias protestantes y de las iglesias cristianas ortodoxas.
• Sus orígenes formales se remontan al siglo I d. C y es la institución internacional más antigua del mundo. En la actualidad, cuenta con más de 1360 millones de fieles (18 % de la población mundial) distribuidos en casi todos los países del planeta, mayoritariamente en América Latina, Europa occidental y el centro del África subsahariana.
• Su figura de autoridad religiosa es el papa, quien preside la fe católica desde la Santa Sede del Vaticano, en Roma. El papa actual es Francisco (Jorge Bergoglio), el 266° de la tradición católica.
• Se compone de la iglesia romana o iglesia latina, y 23 iglesias cristianas orientales que reconocen la autoridad papal.
• Se considera a sí misma como la única representante de Dios en el mundo terrenal y la intermediaria ante la divinidad para garantizar la salvación de la humanidad. En ese sentido, se considera una institución tanto divina como humana, que se compone de dos partes: la Iglesia peregrina o militante, que se debe a la historia humana; y la Iglesia triunfante o celeste, que abarca los asuntos de la contemplación de Dios.

De acuerdo al catecismo católico, la Iglesia tiene cuatro atributos fundamentales o “notas”, que definen su propósito: la Iglesia es “una, santa, católica y apostólica”. Estas cuatro notas deben entenderse de la siguiente manera:

• La unidad de la Iglesia significa que, a pesar de estar compuesta por distintas partes, actúa como un cuerpo unificado, armónico, homogéneo.
• La santidad de la Iglesia significa que, dado que los fundadores de la Iglesia fueron santos y santos son también sus propósitos, la Iglesia ha de ser virtuosa, y sus miembros están llamados a la salvación.
• La catolicidad de la Iglesia significa que es universal, o sea, que su mensaje está dirigido a la totalidad de la humanidad y que donde sea que alguno de sus miembros esté presente, la Iglesia también lo está.
• La apostolicidad de la Iglesia significa que fue fundada a partir de las enseñanzas de Cristo y del evangelio de los apóstoles.

Organización interna de la Iglesia católica

La estructura interna de la Iglesia católica constituye una jerarquía de varios niveles, así como diferentes unidades territoriales conocidas como diócesis. Cada diócesis está a cargo de un obispo, que representa la autoridad eclesiástica regional; aunque algunas de estas diócesis cuentan con una mayor autoridad y rango, por lo que se llaman arquidiócesis y están bajo el mando de un arzobispo. Sin embargo, ninguna diócesis cuenta con más autoridad religiosa que la de Roma, que incluye la Ciudad del Vaticano y se considera la sede papal.

Las diócesis se organizan en provincias eclesiásticas y estas, del mismo modo, en regiones eclesiásticas. Normalmente, cada región es presidida por un arzobispo. También existen estructuras territoriales de la Iglesia católica que, a pesar de funcionar en la práctica como una diócesis, no llegan a ser consideradas como tales: las prelaturas y abadías (regidas respectivamente por un prelado o un abad), y otro tipo de territorios regidos por vicarios o exarcas de la iglesia (vicariatos y exarcados).

Por otro lado, los obispos conforman un colegio regido por el papa, quien encabeza el concilio ecuménico de los obispos del mundo, para decidir en los asuntos de la fe y la moral. En una estructura paralela se encuentran los cardenales, elegidos por el propio papa, quienes tienen la labor de elegir el nuevo sumo pontífice en caso de muerte o enfermedad grave, ya que el cargo de papa es vitalicio, aunque existen también pocos e inusuales casos de renuncia. Además, los cardenales pueden asistir a la conducción de la Santa Sede y la Curia Romana.

Por último, la Iglesia contempla distintas órdenes y congregaciones religiosas, algunas de las cuales dependen del obispo de su diócesis (órdenes diocesanas) y otras directamente del papa (órdenes pontificias). Cada una de ellas fue fundada por un santo católico y asume ciertos votos fundamentales (como los votos de pobreza, de silencio, de peregrinación, entre otros).

Funciones de la Iglesia católica

La Iglesia católica lleva a cabo su misión evangélica en el mundo a través de un conjunto de actividades e instituciones que constituyen la acción pastoral católica. De esta manera, no solo provee de formación religiosa cristiana, sino que transmite ideas, valores e ideologías al servicio de la comunidad (teología pastoral). Estas funciones pueden clasificarse, a grandes rasgos, en tres:

• La función profética de la Iglesia, que abarca la evangelización (esparcimiento de la palabra), la catequesis (educación religiosa cristiana) y la homilía (pronunciamiento de discursos religiosos en ocasiones meritorias), así como todo aquello que sea necesario para la formación espiritual de la feligresía.
• La función litúrgica de la Iglesia, que consiste en la celebración de los sacramentos eclesiásticos y en la oración, especialmente del bautismo y de la eucaristía.
• La función real de la Iglesia, que consiste en el fomento dentro de la feligresía de la caridad, la organización y orientación de la comunidad en asuntos morales y sociales, así como la concientización en causas de importancia como la ecología, la solidaridad, la salud, entre otras.

Sacramentos católicos

Los ritos visibles de la Iglesia católica, instituidos por Jesucristo de acuerdo a la tradición, se conocen como los sacramentos. Administrados en diferentes momentos de la vida de los fieles católicos, consisten en siete ritos clasificables en tres grupos de acuerdo a su propósito:

Sacramentos de iniciación, que introducen a los fieles a la vida cristiana y reafirman el lugar de la fe católica en sus vidas. Estos sacramentos son:

• El bautismo. Es el rito de entrada a la cristiandad, compartido por el catolicismo con las otras ramas cristianas, que libera del pecado original a los fieles y los incorpora al rebaño cristiano. Inicialmente, el rito consistía en la inmersión en las aguas del río, lo cual consistía en una muerte y renacimiento simbólicos; hoy en día, en cambio, la Iglesia católica acostumbra derramar el agua bendita de la pila bautismal sobre la frente del nuevo cristiano. Tradicionalmente se hace durante la infancia temprana.
• La confirmación. Es un rito destinado a vincular más profundamente a los cristianos bautizados con la Iglesia y la vida católica, a través de la ratificación pública, frente a la comunidad de los fieles, de su compromiso con la fe. Normalmente se lleva a cabo en la adolescencia.
• La eucaristía o comunión. Es, junto con el bautismo, un rito fundamental de la fe cristiana, que involucra a la feligresía y a los sacerdotes en la recreación de la última cena de Jesucristo y sus apóstoles. Este rito es comprendido por la doctrina católica como un misterio divino que recrea el cuerpo y la sangre de Cristo a partir de la santa hostia y el vino de consagrar. Para participar en este rito los fieles deben estar libres de pecados y dispuestos a recibir a Cristo en cuerpo y alma.

Sacramentos de curación, destinados a sanar espiritualmente a los fieles, es decir, a reconciliarse con el camino de la salvación y el amor de Dios. Para esto, deben colaborar los fieles y los sacerdotes. Estos sacramentos son:

• La penitencia. Es el rito de purga o expiación de los pecados cometidos por los fieles, luego de contarlos al cura o presbítero en íntimo secreto y recibir a cambio una penitencia que cumplir, que normalmente consta de una serie de rezos y actos reparatorios, pero también puede constar de consejos y guiatura moral y espiritual.
• La extremaunción. También llamada la unción de los enfermos, consiste en la intercesión ante Dios de parte de los sacerdotes y diáconos para pedir por el mejoramiento de un enfermo, o bien en la preparación del enfermo para la muerte venidera y el encuentro con el creador.

Sacramentos de servicio a la comunidad, destinados a cimentar las instituciones y los nexos entre los fieles y la Iglesia, en tanto embajadora de Dios en el mundo. Estos sacramentos son:

• El matrimonio. Es el rito mediante el cual la Iglesia bendice la alianza sagrada entre hombre y mujer que se unen para traer al mundo nueva descendencia y formar una familia. Este rito se realiza típicamente en la Iglesia y frente a una autoridad eclesiástica, por lo que exige de parte de los fieles cumplir con otros sacramentos previos, como el bautismo y la confirmación. Este sacramento confirma ante Dios el amor de la pareja, que ha de durar hasta que la muerte los separe.
• El orden sacerdotal. Es el sacramento que ratifica la tarea de la Iglesia como continuadora de la labor apostólica y guardiana del mensaje del Mesías, para lo cual requiere de sacerdotes enteramente devotos, célibes y formados no solo en la doctrina católica, sino también en la teología cristiana. Estos sacerdotes se distribuyen en tres niveles de jerarquía: el diaconado, el presbiterado y el episcopado.

Más en: Sacramentos de la Iglesia católica

Mandamientos de la Iglesia católica

La Iglesia católica propone a sus fieles cinco preceptos u obligaciones para guiar su vida litúrgica y promover su acercamiento a los sacramentos, que son:

• Asistir a misa todos los domingos y las festividades religiosas.
• Confesar los pecados mortales una vez por año, y hacerlo en caso de hallarse en peligro de muerte.
• Comulgar al menos en ocasión de la Pascua de Resurrección.
• Ayunar y no comer carne cuando así lo manda la Iglesia católica.
• Brindar ayuda a la Iglesia y a la feligresía en sus necesidades.

Diferencias entre la Iglesia católica y la Iglesia cristiana ortodoxa

La Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa son las más antiguas de las tres ramas cristianas, y aunque tienen numerosos preceptos comunes, sus maneras de comprender la religión cristiana y sus doctrinas pueden ser muy diferentes entre sí. La separación entre ellas surgió con el Cisma de Oriente y Occidente que tuvo lugar en 1054, de modo tal que la Iglesia ortodoxa se afianzó en el oriente de Europa y el Mediterráneo, gracias al prestigio del Imperio bizantino.

Las diferencias entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa pueden resumirse de la siguiente manera:

Más en: Iglesia ortodoxa

Referencias

• “Historia de la Iglesia católica” en Wikipedia.
• “Sacramento (Iglesia católica)” en Wikipedia.
• “Iglesia Católica” en Oikoumene, Consejo Mundial de Iglesias.
• “Roman Catholic Church” en New World Encyclopedia.
• “Roman Catholicism” en The Encyclopaedia Britannica.